Hace mes y medio me dio por escribir haikus. Hace un mes vi una convocatoria enfocada en haikus modernos - a como entendí, esos que no tratan de la permanencia de la naturaleza sino de la influencia del diario cotidiano.
Me lancé a enviar mis “cinco a siete poemas, tratando de atenerse lo más posible a las reglas de escritura de haikus”. Como toda mi carrera con las letras (o toda mi carrera en general) nunca me paré a ver ninguna regla a menos que fuera estrictamente necesaria, a la cual usualmente siempre le terminaría encontrando un “pero”, porque mi única y necesaria regla es ser traviesamente contrariado.
Alguna vez y en algún lado leí que esa regla de los versos 5-7-5 era una tropicalización, ya que nuestro lenguaje no podía atenerse a las reglas de los haikus tradicionales. No me acuerdo del por qué, sólo recuerdo que tomé nota: “La regla 5-7-5 es una FARSA”. Y no me pregunten si busqué segunda opinión. Para mí -y espero no lo tomen como arma- cualquier opinión en contra de algo establecido gana mucho terreno en mi imaginario de la verdad.
Subí los siete haikus, donde dos o tres los inventé al momento. Había leído las reglas, pero ya sabrán que no les di importancia; si ganaba, me iban a publicar siete micropoemas. Esperé un mes al fallo, y cuando me dijeron que había sido seleccionado, por fin me dio curiosidad el reglamento de la convocatoria. Tenía que pagar 14 dólares de inicio y 170 pesos por cada libro que quisiera adquirir, no me iban a dar regalías porque compartiría páginas con otros no-sé-cuántos desprevenidos y no iban a hacer una gran promoción mediática.
Tardé menos de cinco minutos. Decidí que no valía la pena. El correo quedó en espera de que diera mi confirmación para aceptar las condiciones previamente listadas, pero yo quedé con una sensación ampliamente conocida y exacerbada por la ansiedad: Alguien se robaría mis siete preciadísimos haikus, y al ser ooooobviamente los mejores haikus de la historia moderna, a alguien más le desbordaría la fama por esos siete puñados de versos.
Muy probablemente nade se los robe, pero quizá también por aburrimiento me aferré a pensar que sí.
El libro compilado no saldrá hasta dentro de junio, y eso me da chance de publicar estas siete joyas antes de que un impostor lo haga. La entrada de hoy nació por la inspiración de un mundo hermosísimo, pero se publica por la precaución a las que nos sujeta ese mismo mundo y las consecuencias de su belleza.
Con esto, les dejo mis observaciones de esa tierra sutil, amarrada a una complejidad que surgió hace relativamente poco y que se trata de sortear sin saber realmente el como. Espero que en esos huecos de tiempo donde la vida se hace más calmada nos demos el tiempo de observar. Creo que puede ser un gran inicio.
___________________ Al fondo, cerros. En medio todo el mundo De frente la soledad. ___________________ Andan hablando, impasibles en el sopor, los pajaritos. ___________________ Perros y gatos enemigos naturales de la rutina. ___________________ Siempre hay todo pero sólo hay nada sin estaciones. ___________________ No las he visto muchas veces en vida, las catarinas. ____________________ Durmiendo hay gatos fundidos entre sombras bajo los coches. ____________________ Rayos de vida en color anaranjado. Así la tarde. ______________________
Me encantaron tus haikus…. Pero la explicación previa no tiene precio!!!